Cuentos Chinos de Unnie.
Pocas
son las veces que decido escribir sobre anécdotas propias, es cierto que de vez
en cuando hago uso de mis experiencias para redactar, pero más en el ámbito de
lo que leo, escucho, pienso sobre determinados temas, pero cosas que pasan en
mi día a día las voy dejando de lado para el cotorreo familiar, sin embargo, con
la historia que contaré a continuación, empezaré una nueva sección del blog en
la cuál he decidido plasmar aquellas vivencias chuscas, macabras, y reflexivas que están relacionadas con lo asiático.
Muchos de ustedes han escuchado cuando alguien dice "esos son puros
cuentos chinos", historias que nadie puede corroborar a ciencia cierta que
sucedieron pero que merecen ser escuchadas (leídas), que parecen mentira y al mismo tiempo realidad, habrá quien crea o no estos relatos -unas veces aderezadas
con un poco de ficción para hacer entretenida la lectura- pero que sin duda pasaron en la
poco interesante vida de una unnie.
¡Comenzamos!
Parecía
ser un lunes más en la vida de Unnie. El clima bastante cálido aunque soportable
le animó a salir de casa. Con la crisis económica que se vive en el país parece
que hasta los habitantes de las mazmorras más recónditas deciden salir de vez
en mes a buscar una ocupación que les reditue dinero y que les permita
sobrevivir y volver a hibernar. Ese día no salió sola, iba acompañada de
su pintoresca amiga, Misde, quien vive en una cabaña sobre las nubes y a
quién la vida siempre le pinta de colores, una combinación de personalidades bastante extraña, si
me permiten opinar, pero muy interesante también.
Después
de acudir a una de las famosas avenidas de Puebla, subieron las escaleras de un
edificio con 3 plantas cuya fachada exhibe un anuncio que dice más o menos así
"Buscas ocupación, ven y deja tu cv en el departamento de
reclutamiento", ni prestas ni perezosas siguieron las instrucciones,
conforme avanzaban por las oficinas dentro del lugar, decenas de computadoras
ordenadas en fila y rostros ansiosos y con dejo de hastío, quizá por un próximo
futuro explotador, las siguen con las miradas. Entran en la oficina de
entrevistas y antes siquiera de sentarse, llega el entrevistador, Misde, lo
ha visto antes, de una empresa fraudulenta de esas que pululan hoy día, ambas
intercambian miradas, el hombre dice que no hay nada con sus perfiles, pero que
dejen el CV para ser consideradas después, ellas mienten y dicen que lo han olvidado y
que consultaran las vacantes en internet. Salen lo más pronto que pueden.
Desanimadas
y esperando encontrar la suerte tirada en la calle, en forma de billete
de a $200 o un volante con un trabajo bien pagado, legal, y donde no pidan 1000
años de experiencia; siguen su camino a paso lento, entonces Misde da un
pequeño gritito -¡ya viste, Unnie! mira mira, dice "tiendita coreana"
y parece que buscan empleada, igual es para ti, con eso que te gustan los
coreanos...- Unnie se aproxima al cristal, todo parace ser normal adentro
-Ohhhh, igual debería preguntar- opina.
Al entrar, una chica con sonrisa tímida saluda, la escena es
ambientada por alguna famosa canción de kpop, mientras Misde y Unnie
inspeccionan el pequeño super, la primera susurra a la segunda - Estaría super bien,
podrías escuchar kpop todo el día, aparte ni parece que haya clientes, no se ve
cansado-. Unnie parece convencida.
-Puedes decirme ¿cuáles son los requisitos para el puesto?- pregunta Unnie; - Ah, pues sólo disponibilidad de tiempo y que sepas manejar la caja-; -Ya...
Mmmm no sé manejar una caja pero aprendo rápido-; -ok, deja lo consulto con el
administrador... Dice que sí, pero los primeros días tendrías que quedarte el
turno completo para que te enseñe bien como funciona todo aquí -; -Perfecto,
entonces nos vemos mañana.
Al
día siguiente (la pesadilla está por comenzar)...
CONTINUARÁ...
Jajajajajajaja, con que así empezó la pesadilla xD
ResponderBorrarjuajuajuajua efectivamente Suzumiya Bren, ya pronto la parte II (más pronto de lo que suelo publicar xD)
Borraroooo ya escribion la segunda parte saludos
ResponderBorrarsi, así es Mariana ¡saludos! ^^
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